martes, 11 de junio de 2013

MODELOS ACADEMICOS

Periodo de 1979-1984 Este se caracterizó por la búsqueda de un modelo que
vinculará de manera eficaz al sector productivo con el educativo, de tal manera
que los alumnos egresados se incorporaran exitosamente al campo laboral. El
modelo educativo tenía tal flexibilidad como para ofrecer salidas laterales: auxiliar
técnico y supervisor técnico, para los alumnos que no podían concluir su carrera,
dándoles la posibilidad de obtener un certificado con los estudios realizados. El
plan de estudios estaba dividido en Formación en ciencias básicas, Tronco
común, Mandos medios y Formación tecnológica.11
Periodo 1985-1990 Esta etapa se enfocaba en promover la formación de
profesionales técnicos de nivel medio superior que poseyeran conocimientos
científicos, tecnológicos y humanísticos, así como habilidades y destrezas para el
desempeño en puestos como operarios y supervisores, y que a su vez, les
permitiera establecerse como empresarios independientes mediante la creación
y operación de microempresas. Durante este periodo las modificaciones al
modelo curricular se centraron en la actualización de contenidos y la eliminación
de las salidas laterales que se ofrecían para las carreras. La estructura del plan de
estudios estaba conformada por Esquema básico general y Esquema de la
especialidad.
Periodo 1990-1996 El programa de modernización curricular realizado en este
periodo tuvo principal objetivo la restructuración del esquema básico general a
fin de facilitar el tránsito de los egresados a otros sistemas educativos a través de
la convalidación y complementación de estudios. Como parte de este programa,
también se llevó a cabo la creación de especialidades por carrera y la
actualización de contenidos, sin embargo, debido al gran número de carreras
con que contaba el Colegio –123– este punto no fue abordado en toda su
dimensión. De esta manera, se restructuró el plan de estudios anterior y se generó
la siguiente estructura: Esquema básico general, Esquema del área y Esquema de
la carrera.
Periodo 1997-2002 En el modelo académico 1997 la educación basada en
competencias se concibió como la estrategia idónea para orientar y elevar la
calidad de la formación ocupacional de los futuros profesionales técnicos.
Asimismo, se estableció un programa complementario de estudios que permitió a
los alumnos solicitar su ingreso a instituciones o universidades de educación
superior. Este programa marcó un hito, dado que la formación de la institución
pasaría en este periodo de ser una modalidad terminal a una modalidad
bivalente. La estructura curricular de los planes de estudio se conformó por la
Formación básica y Formación ocupacional.
Periodo 2003-2007 El modelo académico 2003 significó la metodología de
educación basada en competencias, incorporando el concepto de
contextualización. Asimismo, se establece un nuevo perfil de egreso: Profesional
Técnico-Bachiller. Este modelo se caracterizó por la gran flexibilidad que se buscó
dar al currículum, estableciéndose rutas alternas de formación, salidas laterales y
módulos optativos; no obstante, la rigidez de los mecanismos de control escolar y
el arraigo a la formas tradicionales de formación dificultó su operatividad,
haciéndose necesario su análisis y replanteamiento en el proceso de la
reorientación del Modelo Académico, llevado a cabo a partir del año 2007.12
Diagnóstico 2007 del modelo académico
Con motivo del egreso de la primera generación de Profesionales TécnicosBachiller formados conforme al Modelo Académico 2003, que tuvo como objetivo
alcanzar una educación pertinente, equitativa, flexible y de calidad, con base en
la metodología de educación y capacitación basadas en competencias
contextualizadas, en 2007 se inició un proceso de revisión de los resultados
alcanzados y de su operación, con el propósito de definir el curso de acción en
los próximos años.
Ese año se realizó una consulta a distancia dirigida a estudiantes de sexto
semestre y al personal docente en general, que permitió detectar algunas de las
fortalezas y las debilidades del modelo académico entonces vigente.
Asimismo, durante el Foro Nacional de Consulta para la Reorientación del Modelo
Académico llevado a cabo también en 2007 en cinco sedes regionales, en el que
se analizaron las fortalezas y oportunidades de mejora del Modelo Académico
2003, se obtuvo información de particular importancia para dar sustento a la
toma de decisiones que delineó la definición del Modelo Académico.
Entre los principales hallazgos resultantes del trabajo realizado por los
representantes de las direcciones estatales, planteles, responsables de la
formación técnica y de servicios escolares y personal docente, destacan los
siguientes:
 Las ventajas derivadas de la flexibilidad del modelo académico entonces
vigente no despertaban el interés de los beneficiarios potenciales. En lo
que respecta a la posibilidad de ingresar en semestres intermedios
cuando el aspirante contara con las competencias previstas para ser
desarrolladas en semestres previos, no se registraban solicitudes y los que
concluían el 2° y 4° semestre no gestionaban el certificado como Técnico
Auxiliar y Técnico Básico.
 Los módulos optativos, con lo que se buscó flexibilizar el currículum para
atender necesidades de formación específicas regionales o locales, no
fueron demandados conforme a las expectativas que les dieron origen;
situación similar a la que se presentó con el procedimiento para la
recepción de alumnos con estudios truncos desarrollados en otras
instituciones de nivel medio superior.
 No se manifestaba interés en los alumnos por evaluarse y certificarse en
alguna competencia laboral y, en lo relativo al equipamiento de 13
planteles, se carecía del mínimo indispensable para alcanzar los objetivos
de aprendizaje planteados en los programas de estudio.
Las propuestas más importantes emanadas de ese encuentro fueron las
siguientes:
De carácter general:
 Establecer un primer semestre común de carácter remedial y
propedéutico, que posibilitara posponer la decisión de elección de
carrera para el segundo semestre.
 Certificar de forma temprana las competencias laborales, como parte del
proceso formativo.
 Desarrollar el plan de vida de los alumnos, como medida de orientación
personal y profesional.
 Consolidar la flexibilización de la oferta educativa para atender
necesidades regionales, mejorando su operatividad.
 Instaurar preceptorías en apoyo al desempeño académico y al desarrollo
personal del alumnado.
 Fortalecer la formación individual dotándola de un carácter sustentable e
integral.
De carácter específico:
 Diseñar cursos de autoestima y valores y fomentar actividades culturales y
deportivas, en favor de la formación integral del alumnado.
 Realizar detección temprana de casos de riesgo de fracaso escolar.
 Redefinir la oferta de módulos optativos para lograr su operatividad.
 Revisar lineamientos y procedimientos del Modelo para lograr su
funcionalidad.
 Capacitar a los operadores finales del Modelo, entendiendo por tales a
los docentes y personal directivo y operativo de los planteles.
 Mantener la titulación automática.
 Capitalizar la experiencia y avances institucionales, evitando modificar
totalmente el modelo académico.
 Depurar y simplificar contenidos curriculares reorganizándolos en algunos
casos que presentaban incorrecciones.
 Eliminar las categorías de alumnos en atención a las diferentes
modalidades educativas.
 Ofrecer las alternativas como Profesional Técnico y Profesional TécnicoBachiller, en atención a los intereses y vocación diferenciados del
alumnado.14
 Simplificar los trámites administrativos, desconcentrando el proceso de
equivalencias.
Por otro lado, los resultados del estudio sobre el sistema de seguimiento de
egresados del CONALEP, realizado en colaboración con la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), destacaron diversos aciertos del
Modelo educativo de la institución, como la formación basada en competencias,
con un contenido modular flexible, implantada por el Colegio años atrás. En lo
relacionado al inicio de la vida laboral de los egresados al mercado laboral,
indicaba que existía una tendencia hacia la pronta incorporación al trabajo: 44%
de los egresados trabajaba mientras estudiaba y 39% de la población
entrevistada estaba buscando activamente empleo.
Las siguientes son las conclusiones generales de ese estudio:
 Subsisten las formas tradicionales de evaluación (examen escrito) frente a
las nuevas opciones que incluye el nuevo modelo, como el portafolio de
evidencia, forma que sólo se aplica en poco menos del diez por ciento
de los egresados.
 Existe una vocación de los jóvenes estudiantes hacia el trabajo, 44% de los
egresados trabajó mientras estudiaba.
 Es destacable que algunas de las carreras que brinda la institución tienen
mayor acogida en el mercado laboral mexicano, así tenemos que son los
egresados de la carrera de mantenimiento e instalación los que en menor
medida buscan empleo, pues ellos mientras estudiaban también estaban
trabajando.
 Las diferencias que existen por carreras en algunos casos se explica por la
motivación de seguir estudios de nivel superior, por la ubicación
geográfica o por el dinamismo del mercado de trabajo regional.
 Es en el sector privado en que se insertan en mayor proporción los
egresados de CONALEP, y dentro de ello la actividad económica que
absorbe a una mayor proporción es la actividad comercial y en segundo
orden de importancia encontramos a la actividad industrial.
 También conviene destacar que la incorporación al mercado laboral al
concluir los estudios, no se da al mismo ritmo en todas las carreras y son
claramente los egresados de las carreras de las áreas de mantenimiento
e instalación, electricidad y electrónica, procesos productivos de
transformación física, y turismo aquellos que trabajaban en mayores
proporciones.
 En materia de ingresos se repite la misma situación que acontece en el
mercado laboral mexicano; existe mayor porcentaje de mujeres que de
hombres que perciben menores salarios (50% vs 38% de hombres que
perciben ingreso menores a mil pesos). 15
 La opinión que tienen los egresados acerca de la institución es muy
buena, de cada cuatro de ellos, tres manifestaron que volverían a elegir
de nuevo a CONALEP para estudiar, similar resultado se obtiene en
cuanto a la percepción que tienen acerca de la carrera cursada, tres de
cada cuatro declararon que volverían a estudiar la misma carrera.
En materia de recursos didácticos, el uso de las tecnologías de la información y la
comunicación, para potenciar el aprendizaje de los alumnos en el Modelo
Académico 2003, era cada vez más sistemático al diseñar e instrumentar las aulas
tipo CONALEP y los tutoriales interactivos, entre otros recursos; sin embargo, se
seguía privilegiando el uso de ambientes de aprendizaje tradicionales y teniendo
como apoyo didáctico primordial textos impresos.
Asimismo, la distribución de los recursos académicos en planteles había
presentado dificultades técnico-organizativas, por lo que los alumnos y profesores
de los planteles contaban con los recursos didácticos después de iniciar el
semestre. Además de que era necesario diversificar las formas de distribución de
recursos didácticos para su consulta sistemática y generalizada. Se consideró
indispensable implementar un sitio académico donde se incorporaran los
diferentes recursos didácticos y que permitiera su consulta a través de internet,
aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación.
El Modelo Académico de Calidad para la Competitividad exige contar con
prestadores de servicios profesionales con un perfil académico que posibilite
desarrollar los conocimientos y habilidades al alumnado del módulo a impartir en
el aula, laboratorio o taller, así como la transmisión de su experiencia vigente de
su práctica profesional.
Sin embargo, el diagnóstico institucional señalaba el reto “de encontrar personas
que dominen las habilidades técnicas de su área de conocimiento o profesión y,
a la vez, posean el perfil adecuado para dirigir el proceso de formación integral
del individuo. El desafío era mantenerlos desempeñando dicha encomienda
cuando sus habilidades técnicas suelen ser más cotizadas por las empresas. Esta
situación traía como consecuencia un alta rotación de los mismos y el
alejamiento de la propuesta original de que mantengan un vínculo permanente
de trabajo con la industria”.
Adicionalmente, los mecanismos para el desarrollo, actualización y habilitación
de [los docentes] no eran eficaces; por ejemplo, era escaso el dominio en
tecnologías de información y comunicación con un sentido didáctico, lo que
hacía evidente la brecha generacional con respecto a los alumnos, quienes, en
ocasiones, estaban más familiarizados con los avances de la era digital.16
En cuanto al Equipamiento disponible, con casi 30 años de operación de la
Institución en 2007 se tenía una carencia considerable de equipamiento en los
talleres y laboratorios de los diversos planteles del Sistema CONALEP, debido
principalmente a que el presupuesto asignado en el rubro de inversión para la
adquisición de mobiliario y equipo había sido insuficiente para atender todas las
necesidades que demandan los planteles, además de que una parte importante
de la infraestructura física del Colegio presentaba serias deficiencias, tales como:
 Conclusión de la vida útil de gran parte del equipamiento existente, siendo
necesario proceder a su reposición.
 Existencia de equipos en malas condiciones por falta de mantenimiento en
planteles.
Por otra parte, la plataforma tecnológica con la que contaba el CONALEP al
cierre del año 2006 en el centro de datos de Oficinas Nacionales presentaba un
gran atraso tecnológico de por lo menos seis años y 100% del equipamiento
estaba obsoleto, la contratación de pólizas de mantenimiento preventivo y/o
correctivo por parte de los fabricantes de los equipos se tornaba difícil y costosa,
lo cual frenaba el uso y explotación de los sistemas que se alojaban en la misma.
En cuanto a la plataforma de telecomunicaciones, que es un elemento básico
para sustentar los sistemas institucionales basados en recursos informáticos, que se
volvieron relevantes con la puesta en operación del MACC (Red Académica,
SAE, SIGEFA, etc.), en el año 2007 el CONALEP presentaba, un diseño tecnológico
a la vanguardia, pero insuficiente en capacidades de transmisión de datos,
contando con enlaces de 128 Kb/seg, que provocó que la creciente demanda
del servicio de Internet y Servicios Institucionales del Modelo limitara sus
capacidades de operación.
En el plano de la disponibilidad e equipo de cómputo, debido a que el principal
objetivo del Colegio es el de formar Profesionales Técnicos competentes
brindándoles una capacitación de excelencia, mediante la aplicación de un
nuevo modelo académico pertinente, flexible y de calidad, que amplíe las
oportunidades de los egresados para incorporarse al mercado laboral, era
indispensable proporcionar constantemente a éstos, las herramientas necesarias
para desarrollarse académica y laboralmente.
Durante el proceso de diagnóstico se identificó, como una deficiencia de los
sistemas de administración escolar automatizados existentes, que las bases de
datos operadas por las diversas áreas del CONALEP, cumplía elementalmente
con su función de soporte de la información generada por el Colegio pero no
entregaban información confiable ni de manera oportuna. Lo anterior, debido a 17
la heterogeneidad de criterios empleados para su integración, registro y
procesamiento, así como a la calidad de los registros y datos provenientes de las
instancias de origen, tanto los planteles como los Colegios Estatales. Esta
deficiencia se acentuaba cuando dichos datos se devolvían como insumos
informativos procesados a las instancias que los generaban.
En específico, en la instrumentación del Modelo Académico 2006 se detectaron
procesos y procedimientos que operaban con deficiencias, destacándose:
imprecisiones en la normatividad académico-escolar, ingresos y salidas laterales,
cambios de carrera, certificación de competencias adquiridas de manera
intermedia durante el proceso de formación, apoyos didácticos insuficientes,
rutas alternas de formación, dificultad en el tránsito inter e intrainstitucional. Estos
problemas se centraban particularmente en la ineficacia de algunos
componentes del modelo académico vigente, debido al procedimiento seguido
para su difusión e instrumentación.
La evaluación y certificación de competencias es otro componente de la
formación que imparte el Colegio y por supuesto, de su actual modelo
académico. La implementación de la metodología de diseño curricular basado
en competencias, permitió al Colegio integrarse en su momento al Sistema de
Certificación de Competencias Laborales, específicamente a través de los
Centros de Evaluación (planteles acreditados).
Es importante destacar aquí que la participación del CONALEP en el Proyecto de
Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación (PMETYC) permitió que
desde 1998 se comenzaran a acreditar algunos planteles como Centros de
Evaluación; en ese momento, el propósito era lograr que los alumnos que
participaban en los carreras basadas en esta metodología, es decir, que
trabajaban con programas y materiales basados en Normas Técnicas se
Competencia Laboral (NTCL), también pudieran certificarse.
A partir de 2004 se ampliaron los alcances de la certificación como un servicio
institucional que se ofrece más allá de las fronteras nacionales: las experiencias
desarrolladas, la infraestructura técnica y física, y el papel protagónico que venía
jugando favorecieron que personal de esta institución implementara cursos y
asesorías para otros países, principalmente centroamericanos, contribuyendo de
esta manera a un mejor posicionamiento del Colegio en el universo de
instituciones educativas latinoamericanas. Asimismo, se ofrecieron servicios de
asesoría y capacitación a empresas en el campo de la certificación de
competencias, sumando así esta oferta a los servicios con que cuenta la
institución. 18
La Formación Académica es uno de los aspectos a que todo Sistema Educativo
brinda especial atención, es la formación de los profesionales que guían el
aprendizaje de los alumnos. De ahí que, en apoyo al Modelo Académico 1997 en
materia de prestadores de servicios profesionales se diseñó e implantó el Plan
Integral de Formación y Desarrollo Docente (PIFDD), comprendido por la
Formación Pedagógica para la Ciencia y la Tecnología; el Desarrollo de
Habilidades Informáticas Básicas; la Actualización y Especialización Tecnológica y
la Evaluación y Certificación de la Docencia.
Posteriormente, para el período 2001-2006 se estableció un esquema de
formación y actualización denominado: Formación Sello, para el desarrollo de
habilidades didácticas y fundamentos en el conocimiento del enfoque de
competencias, cuya oferta de cursos posibilita la impartición de módulos
curriculares en la modalidad de competencias contextualizadas; y la Formación
Profesional instituida para fortalecer el área específica del desempeño
profesional.
No obstante de las ventajas de este esquema surgió la necesidad de revisar los
contenidos, así como de sus efectos partiendo de un análisis a los programas de
formación y actualización para los prestadores de servicios profesionales,
llegando a las siguientes conclusiones:
 Evaluar la pertinencia de los cursos diseñados para promover las
competencias establecidas por la Educación Media Superior.
 Identificación de insuficiencia de acciones sistemáticas que aseguren
impartición de los cursos de formación con calidad.
 Diseño de una herramienta propia del Colegio para atender con calidad y
pertinencia la formación a docentes por medios virtuales.
En cuanto a las acciones encaminadas a impulsar el desarrollo integral del
estudiante en el Sistema CONALEP, encuentran uno de sus apoyos estratégicos en
las actividades extracurriculares que se brindan a los alumnos.
En congruencia con el enfoque biopsicosocial y los fundamentos teóricos del
aprendizaje del MACC —derivados del enfoque constructivista—, las actividades
extracurriculares que se desarrollan en el CONALEP parten de la premisa que
considera que el desarrollo y aprendizaje de los individuos están mediados por la
cultura y el contexto en que se desenvuelven. Por lo que las prácticas e
intervenciones educativas deben tomar como punto de partida las
características de la población estudiantil y las condiciones en que se
desenvuelve el proceso educativo; con el propósito de crear las opciones
necesarias o mejorar las existentes, a fin de que el aprendizaje sea significativo.19
En este sentido, las actividades extracurriculares son estrategias mediante las
cuales se busca prevenir y contrarrestar situaciones de riesgo académico y
personal que enfrentan los alumnos en esta etapa de su formación, creando con
ello entornos virtuosos para el aprendizaje y desarrollo integral de los jóvenes.
El proceso de Vinculación institucional del CONALEP ha seguido trayectorias
diferentes. Sin embargo, desde su origen ha estado vinculado a los sectores
productivos de bienes y servicios —público, social y privado—, teniendo dentro de
sus principales funciones la de fomentar la preparación de los cuadros medios
profesionales que necesita el sistema productivo del país.
Es importante destacar que, a lo largo del tiempo, se han desarrollado
innovadores esquemas de cooperación entre el Sistema CONALEP y los sectores
productivo y social, que han contribuido: a fomentar entre los alumnos y docentes
el desarrollo y apropiación de competencias profesionales; a promover la
inserción laboral de los egresados, detectar las necesidades del mercado laboral.
Adecuar la oferta educativa a los imperativos del sistema productivo nacional y
atender algunas necesidades de los diversos grupos sociales que habitan en el
entorno geográfico de donde se ubican los planteles, a través de programas que
fortalecen el compromiso social y la vocación de servicio de los alumnos al
contribuir en la solución de los problemas que afectan a sus comunidades.
No obstante, mediante la evaluación de las acciones realizadas en el contexto
de la formulación del Programa Institucional, se resalta como un problema la
percepción equívoca de la imagen institucional y el limitado aprovechamiento
de convenios y acuerdos con el sector productivo. Se consideraba que la
promoción y difusión de los servicios del Colegio emprendidas en el pasado se
habían visto reflejadas en una percepción social equívoca del CONALEP, de
modo que la tarea institucional no era valorada adecuadamente, ya que se
diluía en la diversidad de ofertas educativas del nivel medio superior.
Asimismo, en el proceso de promoción y establecimiento de relaciones con el
sector productivo sobresalía la falta de seguimiento sistemático a los existentes y
la subutilización de sus beneficios y potencialidades de fortalecimiento
institucional para el Colegio. Además, debía señalarse tanto la carencia de una
estrategia permanente para el establecimiento de nuevos instrumentos de
vinculación de este tipo, como la pérdida de oportunidades para establecer
acuerdos no programados.
Ante este reto, la vinculación institucional debía transitar hacia el establecimiento
de renovadas líneas de acción y coordinación con los sectores productivos
publico, social y privado para incidir fundamentalmente en los procesos internos 20
del Colegio, relacionados con la orientación de la oferta educativa y el proceso
formativo, para lograr su pertinencia nacional y regional, así como promover la
inserción de los alumnos y egresados en el mundo laboral y fortalecer la
capacidad del CONALEP para la prestación de sus servicios.
La Acreditación de Programas Académicos, se constituyó para el MACC como el
proceso de evaluación periódico, externo, voluntario y que se desarrolla
mediante el trabajo colegiado de diversos especialistas en la materia. Esta es
una práctica consolidada en Estados Unidos y Canadá como un medio para
evaluar la educación superior, y fue hasta la década de los 80´s cuando la
acreditación empezó a considerarse como una actividad verdaderamente
importante a nivel internacional.
Nuestro país, incorporó al Programa para la Modernización Educativa durante el
período 1989-1994, los términos de “calidad, eficiencia, cobertura e innovación”,
con el propósito de elevar los índices de calidad, particularmente, en la
Educación Superior a través de la aplicación de procesos de evaluación interna y
externa.
Como resultado de innumerables reuniones de trabajo entre diversas
asociaciones civiles y gubernamentales, en 1994 se constituyó en México el primer
organismo acreditador 1
facultado para evaluar y dictaminar sobre el área de
ingeniería a nivel superior. El 24 de octubre del 2000, el gobierno federal reconoce
al Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, A. C. (COPAES),
organismo integrado mediante la Secretaria de Educación Publica, como la
única instancia validada para normar oficialmente a los organismos
acreditadores que hayan demostrado su eficiencia, eficacia y confiabilidad para
acreditar los programas académicos que se imparten en el sector educativo.
A través de esta iniciativa, en el año 2001 el Consejo para la Acreditación de la
Enseñanza de la Ingeniería A. C (CACEI) dio inicio a este proceso en el Nivel
Medio Superior, con la acreditación de 16 programas de carreras técnicas en los
distintos centros de estudios del Instituto Politécnico Nacional.
Paralelamente y como respuesta a las políticas nacionales en materia educativa,
el CONALEP inicia con el diseño, desarrollo e implantación de su proceso de
Acreditación de Programas Académicos, bajo la premisa de contribuir al
fortalecimiento de una cultura institucional de calidad y propiciar la mejora
continua de los procesos educativos del Colegio.

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